LAS CINCO MEJORES OBRAS DE ARTE CONCHALES DEL 2014

La concha ha sido fuente de inspiración de incontables artistas desde el comienzo de los tiempos y no vemos que eso cambie en un futuro próximo. Esta lista es una celebración de los artistas que abordaron la temática conchal en el 2014 desde medios muy distintos, afortunadamente, ninguno desde la sangre menstrual.

5 – Cliteracy – Sophia Wallace

La defensora de la alfabetización clitoriana – cliteracy, por las palabras en inglés – Sophia Wallace intervino el museo Whitney en su afán de que se vuelva más clitorizado. Esta tecnología (pinzas, por favor) llamado CLITglass ayuda a filtrar la arrogancia falocentrica de la curadoría de las muestras del museo y permite que el usuario tenga una «visión neutral», según su creadora. Cliteracy es una serie de técnicas y medios mixtos que explora la paradoja de un mundo obsesionado con sexualizar cuerpos femeninos pero que es analfabeto con respecto a la sexualidad femenina.

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4 – PlopEgg – Milo Moiré

El sitio web de esta artista suiza reflexiona acerca de esta performance devenida en materialidad de la siguiente manera: «El nacimiento comprimido de la obra de arte laboriosamente abandona el canal de parto de la artista y se destroza en la pantalla». Si los eufemismos los escapan, la explicación más clara: Moiré eyecta huevos llenos de pintura de colores de su concha a un lienzo que está abajo de ella, que después es doblado como cuando hacíamos pinturas en segundo grado para creae una imagen de una simetría axial lleno de simbolismo universal. Un crítico de The Guardian no estaba muy convencido, calificandolo de «absurdo, gratuito, trillado y desesperado». Adhiero un poco a la opinión, pero va cuarta porque realmente aplaudo que se haya metido huevos de pintura por la vagina.

3 – Canoa vaginal – Megumi Igarashi

Este lugar en la lista viene con un poco de dramatismo – a Igarashi la arrestaron en Tokyo este año por distribuir copias digitales de su vagina. Nada muy raro por acá, hasta que te enterás que seguidores de su arte planeaban convertir esas copias de su concha en canoas utilizando una impresora 3D, que por lejos es el uso más interesante ever de la misma. La artista japonesa había empezado una campaña de crowd-funding bastante exitosa y mandó las copias a los que más habían puesto guita. Su motivación para la obra era hacer que las vaginas fueran «más aceptables» y denunciar la ignorancia que persigue a la anatomía femenina

.   2 – Pi Chacán – Fernando de la Jara

Aunque no específicamente de este año, esta obra del artista peruano de la Jara tomó relevancia en el 2014 porque un estudiante de intercambio (yanqui, obvio) se quedó atrapado dentro de esta vulva de marmol de 32 toneladas porque «se quería sacar una foto». Tuvieron que socorrerlo cinco camiones y 22 bomberos. Según de la Jara – que se rió muchísimo con el percance del universitario americano – es una obra táctil y pide participación del público. Atribuyó el incidente a «una falta de coordinación … o quizá de sensibilidad». No nos extrañaría en absoluto, Fernando.

1 – El desfloramiento – Peter De Cupere

El artista del olfato de multitudes se volvió a superar. Creó una estatuilla pequeña de una virgen de agua bendita congelada que posó en un lugar que olía a vagina. La performance, que duraba dos horas, consistía en que la figura se derritiera y perfumara el ambiente con ese olor distintivo, que según aclaró, no es sintético. Los espectadores pueden frotar sus manos en el charquito una vez que se derritió del todo. Cuando fue consultado por qué había tenido la idea, contestó sucintamente: «Las conchas, en general, huelen bárbaro y más hombres deberían respetar eso.» Va mega primero por originalidad y por aceptar una gran verdad.