CASI ROMPEHOGARES

Lali Espósito y Eugenia Suarez crecieron ante nuestros ojos. Bajo la mirada atenta de Cris Morena, enamoraron a miles con el fenómeno Casi Ángeles. Casi sin darnos cuenta, también se llevaron puestas a algunas esposas. O NO.

[Vamos aclarando la mirada de esta bloguera: el concepto de rompehogares no deshace lo que sea que sea un hogar. Robanovios es un término impreciso porque los novios no son objetos hurtables.]

Mariana «Lali» Espósito (Buenos Aires, 10 de octubre de 1991) es una actriz y cantante argentina. Comenzó a actuar de niña en diversas producciones de Cris Morena, como Rincón de luz, Floricienta y Chiquititas sin fin. Se hizo conocida por interpretar el personaje de Marianella Rinaldi en la serie Casi ángeles y como miembro de la banda pop derivada, Teen Angels.

María Eugenia Suárez Riveiro (Buenos Aires el 9 de marzo de 1992); más conocida como China Suárez, es una actriz,cantante y modelo argentina. Es conocida por su papel de Jazmín Romero en la serie de Cris Morena, Casi ángeles y por haber formado parte de la banda pop derivada: Teen Angels (2007-2011) .

Tras haber buceado por las biografías espejadas y lo que se percibe como un recorrido en común por diversos programas de la televisión argentina, podríamos convenir que el melodrama ha regido en la vida de ambas jóvenes.

Jesús Martín-Barbero, teórico de la comunicación, explicó la cultura cómo las prácticas cotidianas a través de las cuales las personas producen el sentido de la vida. La telenovela está muy extendido en América Latina, pero en la Argentina se consume desde la niñez. Cris Morena, a quién ya hemos abordado en vaga fiebre (sin pretender en absoluto haber exprimido toda su relevancia) es la reina indiscutida de la novela prepúber. Haber crecido en el ambiente de la televisión y la actuación, chapando con Peter Lanzani y el que hacía de Tacho, y demás galanes, jugando al amor en frente de teens que gritan y lloran, corre permanentemente la fina línea entre la realidad y la ficción.

Las niñas crecieron -la China, por cierto, tiene una hija con el sobrevaluado perverso Cabré- y han provocado infinidad de titulares acerca de sus recientes affaires del corazón. Algo sucede en los camarines o trailers de estas chicas porque los últimos dos hombres que las enamoraron fueron en el trabajo. Espósito comenzó su historia con el casado papi Mariano Martínez mientras vestía hábito de monja y Suarez nos hizo el verano con la historia de la palta y la manta de Nepal. Lo cual prueba la aclaración del segundo párrafo de este artículo. Ni los hijos que componen el hogar que se rompe ni la belleza de la engañada son factores que influyan en el momento de ser infiel.

Cada romance trajo consigo meses de especulación en los programas de chimentos de la tarde, móviles en lugares, declaraciones de amor, separaciones de hecho. Ser la Otra en frente de cámaras de televisión es una distancia -sana, podría pensarse- de la niña buena y bella de las series sentimentales de la hora de la merienda. En el caso de la China, peor porque encima se metía con Pampita y rompía una pareja muy reconocible. Para Lali, fue bastante más tranquilo porque la pareja de Martínez no era un household name. Lo que queda claro es que en este país es inaceptable hasta casi moralmente desde el machismo femenino. Ponerse en el rol distinto al que la sociedad te puso, otra forma de romper, puede ser hasta liberador.