CÓMO COGERSE ARGENTINAS

¿Se acuerdan del personaje que organizó las juntadas internacionales de hombres que defienden hombres? Aquí una escueta muestra de su literatura. 

El emprendedor Roosh V ha publicado por cuenta propia una quincena de libros de turismo sexual, poéticamente llamados Bang Guides (Garchaguías), subtitulados “guías estratégicas para que garches en tu país y en el extranjero”, que vende online por 9 dólares.

Argentina no se salvó de integrar la lista de países que tuvieron la desgracia de acogerlo turísticamente, al igual que Ucrania, Lituania, Estonia, Polonia, Dinamarca, Islandia y Colombia, pero no le resultó tan fácil coger a este pick up artist. Describe a su libro como un intento de decodificar las argentinas histéricas, conocidas en el mundo como las más difíciles.

Algunas perlitas:

• Una argentina blanca es más difícil de coger que una con un poco de “marrón”.
• Parece que en la Argentina las chicas tiene en el objetivo de hacerte sentir una mierda durante el chamuyo.
• En la Argentina sos castigado por ser un hombre con propósito y decisión, lo cual probablemente sea el motivo de que tantos argentinos son extraños y se han rendido con las mujeres para dedicar su vida al rock y fumar porro.
• Como tu primera cita con una argentina probablemente sea con sus amigas, no importa tanto su apariencia porque seguro tiene una amiga que está buena.
• A las argentinas menores de 30 no les gusta tener una cita a solas de una.
• Muchos hombres me dijeron que una vez que sacás a la argentina de su ciudad y de su círculo social, es mucho más tolerable.

Finaliza su perorata con la siguiente advertencia: “Comparado con otros lugares, la cantidad de laburo que tenés que hacer para conseguir algo promedio es demasiado alto”.

[Quizá tire una verdad, entre tanta boludez:

Si el boliche al que vas tiene un sitio web o puede ser googleado, no deberías ir. Sí, es una regla extrema, pero no querés ir a los lugares de moda frecuentados únicamente por argentinos «blancos» que se creen europeos.]

Aquí Roosh demostrando que la misoginia no tiene fronteras con ’36 errores de mujeres yanquis’.