OBJECIÓN, SEÑOR JUEZ: SELFIES VAGINALES EN JAPÓN

Megumi Igarashi  -conocida como Rokudenashiku, chica-buena-para-nada – ya viene haciendo titulares por su arte pero fue el juicio que comenzó en Tokio esta semana por acusaciones de obscenidad lo que trajo de vuelta a la atención pública.

Fue arrestada por primera vez en julio de 2014 por mandar archivos que contenían un scan 3D de su vagina como recompensa por haber donado dinero para sus proyectos artísticos. A los pocos días fue puesta en libertad después de una campaña intensa en apoyo a su libertad de expresión, aunque volvió a ser arrestada en diciembre y acusada de obscenidad.

En el juicio, Igarashi declaró que las selfies vaginales no eran obscenas. «No discuto los hechos de la acusación, pero mi arte no es indecente», dijo a la agencia de noticias Kyodo. «Aunque no fuera constitucional, el trabajo de la acusada no es una reproducción precisa de la vulva y no causa excitación sexual», explicó el abogado defensor ante la corte. Si fuera encontrada culpable, Igarashi podría enfrentar dos años en prisión o una multa máxima de 2.5 millones de yen (186,653 pesos argentinos).

Yoshikazu Tsuno/AFP/Getty Images
La artista Megumi Igarashi retratada por Yoshikazu Tsun.
vía AFP/Getty Images.

Su caso ha atraído la mirada del mundo y críticas al doble estándar aparente en el tratamiento de imágenes sexuales en Japón. El país nipón tiene una industria pornográfica creciente pero las leyes de obscenidad prohíben mostrar órganos sexuales, entonces aparecen pixelados. El año pasado, se avanzó en la prohibición de la tenencia de imágenes pornográficos de menores de edad, pero no se vetó manga o animé que representara lo mismo.

Igarashi ha manifestado en varias ocasiones que desea que su arte sirva para «desmitificar» la genitalidad femenina en Japón, donde representaciones 3D de penes enormes atraen miles de visitas al festival Kanamara Matsuri cada abril. La leyenda detrás del santuario fálico es que un demonio de dientes afilados -vagina dentata- se escondió dentro de la vagina de una jovencita y castró a dos novios en la noche de bodas. La jovencita buscó la ayuda de un herrero, que creó un falo de acero para romper los dientes del demonio, lo cual explica en cierta parte la procedencia de la búsqueda artística de Igarashi.

Mientras tanto, en Londres, se comercializa un vibrador para sacarse fotos internamente mientras una se masturba. Hablenme de globalización.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto:
close-alt close collapse comment ellipsis expand gallery heart lock menu next pinned previous reply search share star