El artista callejero israelí que cubrió cuadras de la Capital Federal con una campaña de bien público super necesaria no quiere dar su nombre pero sí accedió a un helado con vaga fiebre.
– Cuando termino una obra normalmente me siento en un lugar para ver las reacciones. Y es lo que me gusta de hacer el tipo de arte que hago, intervenir en el mundo real. Después, bueno, lo subo a Instagram, pero …
– Y ahí te volvés viral.
– Sí, pero hay artistas que hacen cosas para internet o shows, pero a mí me gusta más salir a la calle.
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Shredder_original, artista callejero responsable de los carteles que aparecieron en las cercanías de las avenidas Scalabrini Ortíz, avenida Córdoba y Malabia, habla con acento producto de crianza y vida en Israel mientras come un helado de dulce de leche, «mucho más rico que los de Israel». Su medio de expresión: papeles impresos que pega por las paredes y carteles publicitarios de ciudades que camina. La primera iteración de su «publicidad de bien público» fue en Tel Aviv, en marzo de este año.
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– Estaba sentado ahí (hay muchísimos bancos en Tel Aviv), enfrente del poster y se acercó una pareja. El hombre se quedó mirandolo un rato y no dijo nada. La mujer preguntó si sabía qué era y el hombre se quedó mudo. No sabía que decir, se quedó sin palabras. La mujer se empezó a reír y ahí entendí que funciona la pieza.
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A Shredder le interesa provocar conversaciones: «Hacer que la gente hable de cosas de las que no se habla y en todas las dimensiones, cosas políticas, de Derechos Humanos». Cómo su pegatina por Tel Aviv por la marcha del orgullo en esa ciudad, que le bajaron antes del amanecer.
Decidió que su pieza sobre el clítoris fuera su carta de presentación en las paredes de la Capital, porque es «internacional, fácil y no lleva muchas palabras». «Buenos Aires para mí era una ciudad muy abierta, pero después de ver los comentarios en Facebook de la nota de Minuto Uno, ¡me parece que no era tan así!» confiesa.
«Es una campaña de bien público porque yo creo que si más personas supieran dónde está el clítoris, sería un mundo mejor. Pero es también es problemático porque yo como hombre me pongo en un lugar de hablar en nombre del movimiento feminista. El poster es muy feminista – y yo creo que el feminismo es bueno para todos, no únicamente para las mujeres – entonces se puede interpretar cómo ¿qué me venís a enseñar? En Tel Aviv lo puse en muchos baños de hombres porque la mujer ya lo sabe, ya sabe dónde está.»
Para 1998, la uróloga australiana Helen O’Connell fue la primera médica en hacer un mapeo extensivo tanto del clítoris externo cómo interno y demuestra su tamaño real. Sí, eso quiere decir que llegamos a la luna (o no, cómo prefieras pensarlo) antes que al clítoris. (CLITORIZACIÓN, vaga fiebre).