//Txt y arte por Tomás Cabrera Cañas.
El visionado fluir de la conciencia del primer capítulo de Casi Ángeles.
Se abre la puerta de un instituto correccional de menores que no se ve cómo tal. No parece ser un espacio público ni una institución regulada por el Estado. ¿Existen las correccionales privadas? No sé nada del tema. ¿Ilegalidad? ¿Privados gestionando la vida de menores sin padres?
Una subjetiva de un personaje que no vemos (aún) así que infiero que somos nosotros (espectadores) a los que reciben en la tira.
Un hombre vestido como mozo de bar porteño, de esos de carrera que usan gel y moño. Tiene un ojo vidriado. Un solo ojo es justo y necesario para vivir la realidad diaria con la que se tiene que encontrar cada mañana. Mitad ciego, diría que algo ilumminati debe haber pero no lo estoy percibiendo.
Se hace una aceleración del recorrido del espacio, para continuar con la puntuación de la subjetiva. Nos pone en los ojos de los que serán luego lo antagonistas de la serie. La entrada a la historia de la tira se da orientando nuestra mirada con la de los personajes adultos que se comportan como chicos. Vemos como Cris Morena.
Se abre una puerta y el plano se hace directo a los pies. Tratemos de entender que una serie, capaz extranjera o con otro target, sostiene durante unos diez minutos lo que acá tienen que hacer en treinta segundos. Mantienen el suspenso de los personajes importantes lo más que pueden. Es televisión argentina y la novedad tiene que ser desarmada rápido para gestar otra.
Se levanta el plano de los pies hasta un plano medio de los dos personajes que entendemos como troncales. Codifico esto muy poco por la trama, pobre hasta el momento, sino más por el pequeño sistema de estrellas televisivo, son la Calvo y el otro chabón que no me acuerdo el nombre.
Polarización pelotuda y estereotípica. Blanco y negro (bueno, marrón y crema) para dar la dualidad bondad y maldad. Clara masculinización de la mujer, por ejemplo, escondiendo el pelo, tapando la piel, maquillando teatralmente y feminización del varón confundida con homosexualidad latente en el uso del blanco como signo de pureza y relajación. Relajación económica. A lo Faena, digamos. *acá me puse choto
“Hola, pimpollos” dice el actor este que no sé el nombre aún. Cris Morena sabe más de hipertexto que todos mis docentes de la facultad juntos. Claramente si vemos huérfanos en una sala, medios sucios y con unos trajecitos que son un borde entre el pintorcito que llevabas a clase de Plástica y saquito largo de colegio religioso. Pimpollo, tulín, tulín debería sonar como soundtrack de la vida cada vez que aparece una nena o un nene vestidos así.
El actor ríe socarronamente y dice “Mirá el pasito de vals”, digo el actor porque es una burla de actor a extra niña. Se burla de la chica, de su actuación y de su control del cuerpo en una marcación pedorra que le debe haber dado el/la director/a de actores encargado/a de los niños. Ya me lo/la veo diciendo “agarrás el ramo y pisás acá, acá y acá como si los contaras”. El actor se sale del personaje y en un acto consciente, arma una línea improvisada para reírse, forma catártica de no asumir el lugar en el que se está. Obvio que todos los actores y las actrices de Cris Morena, en algún momento muerto dentro del set de filmación en Martínez, pensaron “yo estoy para otra cosa”. Así que se lo descargan violentamente en escena, lugar donde pueden dejar fluir lo que piensan a través de una actuación liviana y exagerada.
Un juego raro de diálogo. “Bonito / Bonita”. Ni idea qué quisieron hacer acá los autores pero asumo que el villano como se tiene que mostrar indiferente no registra género. Pero bueno, por default, confunde una niña por un niño y la que hasta este momento está construida desde una polarización (o sea, la Calvo haciendo de Justina), donde le tocó la parte negativa, intenta salvar a su jefe corrigiendo el género de la niña. “Bonita, señor”. Si después uno hace un arco de esto, no me sorprendería que el personaje de la Calvo realice una transformación positiva en la tira. Veo indicios de dos paradigmas chocando. ¿Cuáles?
Ahora vienen unos inserts mal actuados por estos niños elegidos en un casting “porque dan negritos huérfanos”. Ni me quiero imaginar cómo se debe haber redactado esa búsqueda.
Bedoya Aguero. Me morí de asco, seguro era la idea. Todo está tan resaltado que no hace falta ver mucho para verlo todo.
Parecido a un ser humano. Ok. No tener padres no te hace humano, ser pobre (bah, no tenés nada de nada) y estar sucio tampoco. Entiendo que Cris Morena está intentando hacer una crítica, pero tarda mucho en hacer una de cal y una de arena. Para mi que lo cree fervientemente y pelea contra eso.
Un rico tiene que venir a sacarte de tu marginalidad para hacerte entrar al sistema. ¿A cuál? al de consumo, como lo hará con vos la tira juvenil cuando te empiece a inyectar el merchandising y los Gran Rex. Padres y madres, económicamente activos, a pelar billeteras.
Flaco
Chico
Mal nutrida
Lindo pelo
Todos adjetivos distorsionados, no vemos nada de lo que enuncian los personajes. Vemos la caricatura o la parodia de eso. Nunca se llega a una imagen de lo feo, de lo pobre o de lo desnutrido sino a su burla.
Flaco
Chico
Mal nutrida
Lindo pelo
Son los cuatro adjetivos que también presenta el personaje de Lali. ¿Por qué la eligen?
Tu nueva familia. Qué fascinación que tiene Cris Morena con que te adopte otra persona. Seguro cree que la familia es como con los amigos, se eligen. Bah, te eligen.
Todas las ovejas descarriadas pueden volver. Esto aplica a su hija en tantos niveles que entiendo que esté muerta.
Justina, por el juego con la palabra justicia. Es la que imparte las normas y las hace cumplir, las regula y ofrece castigos en caso de que se rompan. Mirar Cris Morena es como acceder a un microclima de la vida social que vas a tener después cuando salgas del anonimato de los -18. Sí, en mi país por lo menos para un porción de gente si tenés menos de 18 no tenés voz ni voto. Por suerte, eso se invirtió hace varios años y los pibes de 16 pueden votar. Algunos la tienen más clara que los de cuarenta.
Si respetamos a los otros, nos respetamos a nosotros mismos. Como es una tira juvenil, no pierde el momento de la moralina como en la fábula con animales. La casa puede representar al país, ¿Justina es el poder legislativo? y el personaje de Lali, que todavía carece de nombre, es como una nueva ciudadana. La tira es juvenil, le habla a los que mañana gozarán del pleno uso de sus facultades en el ámbito social. Ah re que después Justina es re corrupta, bueno capaz era la idea también. Hay una sensación de inocencia en todo pero creo que Cris Morena no es ninguna boluda.
Marianela. El personaje de Lali está todo el tiempo remarcando con palabras completas lo que es (o lo que considera que es). Dice su nombre completo, sin edulcorantes. No sabemos si se presenta el personaje o se presenta ella como actriz (Mariana). Sí, como las mujeres lo hacían en sociedad cuando estaban cogibles digo, casables. Después dirá que es “MUJER” pero los personajes que la rodean siempre van a minimizar este gesto.
MAR reduce el villano. Pero también confunde, Mar podría ser el diminutivo de Marianela o de Mariana. Cris Morena y sus ganas de que todo sea relacionado con la naturaleza, con la fuerza de los elementos. Qué ganas de romper las pelotas.
A Nicolás Vásquez lo sorprendieron haciendo un deporte extremo y quedó. Algo me dice que si esto lo hacían ahora, el personaje que le hace de compañero de aventuras tendría una Go Pro en la cabeza pero no, tiene una linterna de esas que usa mi viejo cuando se quiere hacer el que va a arreglar la luz.
No voy a hacer ningún comentario sobre el tema de que esa especie de side-kick de Nico Vázquez hable en un portugués inventado y gesticule como mono, trayendo la reminiscencia de Tarzan. No entiendo si está tratando al pueblo de Brasil como monos o qué, pero le pega en el palo. Bueno, al final dije algo.
Están en Tandil seguro, a metros de la piedra movediza.
En toda la secuencia Indiana Jones de subdesarrollo encontraron un huevo que brilla. Esto me hace acordar a la vez que probé pepa y después de una larga noche, me fui a dormir. Mientras tenía la sensación que me giraba la cama, cerré los ojos y vi ocho mil cosas al mismo tiempo. Cris Morena es como un Aleph pero de ¾ de cartón. ¿En qué momento entraba una expedición en esta historia?
Hicieron el haka porque nunca se sabe si hay un rugbier mirando.
Hijo de arqueólogo se tiene que llamar Cristóbal. Nombre de colono mata indio.
Acá no hay nada tuyo, acá todo es de todos, acá compartís.
¿Viste cuando alguien te dice acá todo es de todos y después se guarda lo tuyo?
Se cayó un motorola con tapa y me recordó que esto tiene mil años.
Hicieron que un nene de ¿nueve años? haga un chiste sobre cortar una pija. Cris Morena te amo.
Me encanta que se llame Malvina porque las Malvinas son argentinas. En este caso, el juego de palabras es Mal-vina que puede oírse como Mal vicha o bueno sino solamente el hecho de tener “mal” en su nombre. Todos los nombres están puestos tan a propósito que no me la banco a Cris, muy de hiperpuntuar.
Yo sé que dijo gorgeous, pero si lo escuchás la primera dice “oh, conchus”.
A Emilia Attias no le pasa nada nunca, en ningún momento. Dice el texto como el apuntador de teatro.
¿De qué vas a vivir ahora? De trabajar. Porque estar en el circo no es trabajo. Me hace mal que haya gente de 15 que consume esto y entra al sistema laboral con estas ideas. Todo el tiempo se posterga por algo mejor que nadie sabe qué carajo es. Tipo la Iglesia pero peor. No hay qué quemarles para protestar. Bah, sí, los estudios en Martínez.
La sobreimpresión del mapa de Argentina en el piso del hangar me pareció tan video-arte que me explotó el cerebro. Insisto en que se borran todo el tiempo las marcas identitarias nacionales para luego, hacerlas aparecer de nuevo. Es un claro guiño constante al espectador local pero sin dejar de producir un relato que se muestre panregional. Es decir, vendible a otros países de Latinoamérica pero, antes que nada, a Israel.
El pasado se borra cuando cruzan esa puerta. ¿Saben a qué otro personaje se le borra la memoria cruzando algo? A Ulises cuando baja al Inframundo, te la dejo picando.
Lo importante es el futuro. No me sorprende que Cris Morena intente crear una cultura ahistórica, que niegue constantemente de dónde viene y apunte todos sus cañones hacia el futuro. Cambiemos futuro por pasado se (no) equivocó María Eugenia Vidal hace poco dando un discurso en el medio de un pico de alegría.
Ah, no puedo creer que le pegué a lo de Mal-vicha.
Si lográs un silencio en televisión, como el de estos dos hermanos, te bajan el sueldo.
Segunda referencia indirecta a la pija de Nicolás Vásquez. Claramente, un hombre que es deseado de esa manera tan ciega puede tener tres cosas: una billetera abultada o una gran pija o las dos juntas.
El uso de adjetivos por parte de los guiones me supera. Para los varones siempre aparece la inteligencia, la maldad y la viveza como valor. En cuanto a las mujeres, les toca mucho de bonita, boba, torpe.
Lo que no se muestra en imagen ni en sonido se sugiere por el fuera de campo. Malvina cuando no la escuchamos ni la vemos le promete cosas sexuales a Nicolás. Las chicas no garchan, no piden pija y no cagan. Además, recordemos que somos como un niño siempre, bah un adulto-niño. Los adultos se dicen cosas en código y a medias cuando refiere al sexo, aprendamos.
Producen un malentendido con el portugués diciendo “Novio, novio” y Nicolás aclarando ser heterosexual, “novia”. ¿Esto es cockblocking? No sé usar el término pero entiendo que cada vez que su amigo dice “novio” está declarándose y Nicolás negándose. Bah, o capaz el amigo propone una flexibilidad que Nicolás no acepta o no ve.
Oficio – Juego. No es raro que en esta parte de la historia de la humanidad a alguien se le ocurra equiparar el entretenimiento con el trabajo, presentarlos como la misma cosa. Ya lo dijo Adorno sobre la industria cultural y nadie lo escuchó porque su mirada es un poco “nos vamos a morir todos”. Qué leído.
En el Abasto hay algo parecido a esto y en el sótano de Awada también.
¿Qué sería del arte sin libertad de expresión? Es una buena pregunta y a la vez una buena justificación para este programa.
Oficio – Robar. Hermoso concepto, después lo desplegamos.
Aparece una cosa medio gremial, “hasta que no aparezca, no trabajamos”. Bueno, se suprime con amenazas y violencia. Life imitates art.
MI RA DA A CÁ MA RA. Nouvelle vague.
Nicolás Bauer, Cris Morena hace mucho eso de ponerle el nombre del actor al personaje. Para mi es una seducción doble, primero es para decirle al actor “lo escribí para/pensando vos” y lo segundo, una falacia que es algo así como “el personaje tiene cosas de vos”. Bah, no es una falacia pero con los actores muy acostumbrados al sistema televisivo no funciona. Es la excusa que usan estos actores perezosos para hacer siempre lo mismo. Cris Morena se ahorra laburo y replica el sistema de estrellas que tuvimos alguna vez, en nuestra época de oro. Se desdibuja persona-personaje y se hace marca. Ves “actores haciendo de”, no ves “personajes”.
Tengo una teoría sobre Lali queriendo ser la nueva Tita Merello que explica esto del sistema de estrellas.
Los extras no saben qué hacer en ese decorado, debe ser la falencia más grande de las producciones de Cris Morena pero a la vez, hacen un sello. Es como que vienen una cosa medio italiana neorrealista de invitar hordas de extras que no son actores y ponerlos en escena. Miran a cámara, hablan entre ellos y no saben usar su cuerpo. Muchos están incómodos porque saben que son mirados pero a la vez, los llena de ganas estar veinte segundos en televisión. Alguno tendra de cover photo del Facebook la frase de Andy Warhol.
¿Nadie se da cuenta que no es la misma persona? Esto me confirma que lo de Cris Morena es todo simulación y juego, los personajes juegan como los niños y se asignan roles. Los incorporan y miden todo desde ahí. Nicolás está enamorado de una mujer que no es su prometida y lo sabe, pero como es un niño-adulto juega a que no la reconoce para lograr su cometido: besarla. COSA QUE OBVIAMENTE NO PASA PORQUE NO VAN A BESARSE EN UN PILOTO.
No sé muy bien qué posh es Marianela pero la compraría.
AH, NO ME MORÍ CON LA ESCENA DE LA FUENTE. El melodrama juvenil es más caricaturesco que el de personajes más adultos, no tiene sentido. Después me acuerdo que uno tenía quince y siempre buscaba repetir secuencias para declarar cosas importantes. Spoiler alert, no lo hagan porque quedan como tarados. La vida real es cínica, chicos.
Las fantasías de Cris Morena sobre el amor me hacen mal. ¿Qué es esa danza medio prueba de cámara para que te llame Tinelli?