por Estefanía Enzenhofer
Si hay algo de que se precia este sitio, es ser políticamente incorrecto. Vamos por ahí.
El Dibu Martínez, arquero de la selección nacional de fútbol masculino, se hizo famoso por cuidar el arco con su vida y su salud mental. Convengamos que su momento de máximo esplendor sucedió cuando atajó esos penales contra Colombia y ENLOQUECIÓ A TODXS, además de asustar a un par.
La verdad que desde entonces Emiliano Martínez no para de sorprender, hace terapia, juega en Inglaterra y habla inglés perfecto, tiene un phisique du role preciso para hacer de patotero frente al arco argentino pero a la vez tiene salidas extrañamente tiernas.
No voy a pretender decir algo original sobre el Dibu, más allá de que claramente es tall, dark and handsome pero me voy a permitir decir que hemos avanzado mucho en modelos de masculinidad desde 2014 cuando solamente gustábamos del Pocho Lavezzi (diganme si estoy equivocada). Hoy en día uno de los chongazos de la selección Mayor es medio aparato, más allá de que es hegemonía deportiva y chabón, claramente. Hay algo hasta infantil en la manera en que cada trofeo que gana se lo intenta «culear» para la foto, pero yo soy psicóloga no soy así que no voy a opinar.
Que Dibu sea alguien de relativo anonimato para el común de lxs argentinxs también es algo lindo porque realza el poder de laburar en equipo, desde el 10 hasta el arquero. Y ya se ha escrito mucho sobre la relación de camadería que une al equipo pero detenagásmosnos a pensar en que son jugadores de futbol, millonarios, que claramente se quieren y se respetan y hacen una perfo de ello en todos lados. Para pensar.
Que buena nota y sin tanto fanatismo. Cuando las cosas se dicen con altura y coherencia es cuando la razon gana. Gracias por tan bellas palabras.
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¡Muchas gracias por leer!
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