DIALÉCTICA FEMINAZI

A Aixa Rizzo la acosó un grupo de operarios de Edenor durante un mes. Cuando se sintió aún más amenazada de lo normal, sacó un gas pimienta y subió un video que se hizo viral. A Cami un tipo la miró durante una hora de viaje en colectivo, le sacó una foto y lo subió a Facebook con un texto sobre sentirse acosada, en formato escrache.

Esta semana Duro de Domar hizo apología a la «seducción espontánea» con el caso de Aixa como puntapié y Cami tuvo que pedir perdón y cerrar su cuenta de Facebook por amenazas.

TESIS

Lo primero que tienen en común los dos casos es la viralización a través de redes sociales. Nunca hay que dejar de maravillarse sobre el impacto que tienen páginas en Internet que hace 5 – 10 años ni existían, ni lo realmente democratizador que resulta lo 2.0, si el tema que tratás es lo suficientemente interesante para la masa que vive en frente de una computadora y no es un ataque terrorista en Kenia, ponele. Rizzo logró que su denuncia fuera repetida en todos lados, se reunió con Lubertino, se juntó con Donda y Lozano, salió en los medios. A Cami le compartieron 7 mil veces el post del escrache. Añadieron al debate ya existente sobre el paso de las mujeres por el espacio público y como es negociado con tácticas para no sufrir de más.

ANTITESIS

Lo segundo que tienen en común es la reacción violenta que generaron, su negación. En el informe de Duro de Domar básicamente el subtexto era que Rizzo estaba exagerando, tal como le dijo el policía que después le tomó la denuncia en la comisaria y que «no había que imaginarse un Mangieri en cada construcción». Termina el informe con el mini obrerito haciendole un chiste guarango a Mengolini y Codevilla  porque hablar de flujo a punto caramelo es gracioso y no terrible.

En el caso de Cami, a un vengador masculino, Fabián Jesus Rodriguez, le pareció rara la mirada del hombre fotografiado en una foto de baja calidad de celular, entonces empezó a investigar, al mejor estilo hiper re contra chequeado. Por los méritos de su investigación, pudo encontrar quién era y comunicarse con la madre de Francisco que le comunicó que «Panchi» era autista. Rodriguez, entonces, en un afán de defender la imagen de alguien que no conoce, escribió un post lleno de golpes bajos reinvidincando a Panchi y quejandose de las feministas a la Malena Pichot que le arruinan la vida a los hombres por un «gramito de fama». Ese posteo tiene 30 mil likes. No contento con eso, escribió otro donde básicamente confiesa que Panchi es un personaje retórico -tal como hacía Sócrates, ¿no?- pero lo importante es que haya llevado a la reflexión sobre las prácticas perversas de las feminazis busca-fama

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Una captura de pantalla del posteo original de Facebook donde Cami denunciaba al mirón.

SÍNTESIS

Hay dos discursos sobre la realidad intentando ganar la batalla hegemónica para ser la versión oficial: pibas acosadas que buscan frenar la violencia verbal, simbólica, física utilizando redes sociales para atraer atención sobre lo que vivieron vs. hombres y mujeres que creen que el acoso callejero no es para tanto/ no sucede/ se busca fama denunciándolo. Es  una dicotomía completamente falsa ante la realidad de que cada 30 horas es asesinada una mujer porque algún hombre cree que tiene derecho a interrumpir su vida, al igual que tiene derecho a opinar sobre su cuerpo.

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